En estos dias todos (quieranlo o no) se ponen mundialeros. Es increible, los latinoamericanos nos paralizamos con los partidos de futbol, yo creo que ni los finales de telenovelas paran tanto al país con un partido (excepto el memorable final de "Cuna de Lobos" que nos tuvo a todos sin respirar por toda una hora).
El miercoles salí como siempre a las 7:00 de la mañana al trabajo y nomás emerger del estacionamiento de mi edificio me quedé ahí atochada en la calle, no se movía nada! había autos por todos lados, todo el mundo frenético tratando de llegar a destino antes de las 7:30 para ver el partido de Chile. Creo que mi marido nunca antes llegó al trabajo antes de la hora y eso que él no es futbolero!!
Yo lo ví en el cole y los niños gritaban y animaban como si estuvieramos en el estadio, fué muy emocinante cuando anotaron el gol, todos gritaron y se abrazaban con esa alegría de niños que los adultos a veces extrañamos o que algunos ya ni recuerdan como era.
Hoy fué diferente, para mis compañer@s de trabajo fue un dia normal, yo a las 2:30 me escapé junto con una amiga mexicana a una sala vacía, pusimos el partido en internet y lo proyectamos en la pared, tiramos unos cojines en la alfombra y a sufrir se ha dicho!
Tiene que haber sido muy divertido vernos (aunque nadie nos sorprendió porque estabamos bien encerraditas) dos mujeres en la alfombra viendo la pared y gritando "tira!" "corre cabrón, corre!" y el infaltable "pinche arbitroooo!", mordiendonos las uñas (las mias recién pintadas esta mañana) y tapandonos los ojos en cada tiro libre y jalandonos los pelos cuando Cuahutemoc Sanchez tiró el penal. No sé cómo nadie se asomó a mirarnos cuando saltamos, gritamos y bailamos con cada uno de los dos goles que anotó la selección mexicana. O quizás si sabían que estabamos ahí pero fueron comprensivos y discretos para que no nos regañaran. En todo caso, tuvimos nuestra fiesta futbolera privada!
Cuando faltaban solo los 3 minutos de compensación que agregó el arbitro, la camara comenzó a enfocar a los franceses en el estadio. Tenían cara de incredulidad y de tristeza, me dieron pena la verdad, pero por otro lado enfocaron a los mexicanos y aquello era una fiesta, a parte de los que se pintaron banderas en la cara, había varios que tenían unas caracterizacions maravillosas, con penachos de plumas y toda la cosa.
Al terminar el partido nos abrazamos, gritamos, bailamos...apagamos todo y dejamos la sala como estaba.
No pude dejar de sonreir el resto de la tarde. Y ahora que lo pienso, me parece increible que nos produzca tanta felicidad un partido de futbol, al grado de que muchas otras cosas no importan, como que la jefa te ponga mala cara o te tengas que quedar mas tarde en el trabajo. Ojo que yo tampoco soy futbolera, o sea, en Monterrey tenía mi equipo (Tigre de corazón!) pero acá jamas veo partidos en la tele ni me interesan los resultados ni nada de nada, pero el mundial es el mundial y hay que verlo y sufrir y llorar y reir con tu selección, es inevitable. Lo traeremos en los genes?
En todo caso, el croissant con jalapeños estaba rico...qué sigue en el menú? chivito con serrano. Sería interesante provar un mole con Chile no?
Hola...Cuahutemoc Sanchez tiró el penal ¿? Tal vez te refieres a Cuahutemoc Blanco... por otra parte, me gusta tu blog, ojala escribieras mas seguido...saludos *-*
ResponderEliminarjajajaja! gracias por la correción, ves? es demuestra que no soy futbolera...cuek!
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