Chile, Chile Lindo! que conste que no es malinchismo!

Chile, Chile Lindo! que conste que no es malinchismo!
México lindo y querido, si muero lejos de ti

domingo, 22 de agosto de 2010

Vivos

Tenía la intención de publicar dos posts hoy, pero la noticia del día es que los mineros atrapados en el norte están vivos!
La explicación la dejo para después porque no me cabe la alegría en el corazón y no puedo concentrarme, solo quiero gritar:

ESTAN VIVOS!!!!
GRACIAS DIOS!!!
VIVA CHILE MIERRRRRR..!

jueves, 12 de agosto de 2010

Comida de lluvia





Ayer fue un día gris, lluvioso y frío en Santiago y desde que me levanté lo único que pensaba era "quiero unas sopaipillas con café!" y ese pensamiento se repetía una y otra vez en mi mente sin poder hacer absolutamente nada para acallarlo puesto que estoy a dieta (Creo que ya lo había mencionado antes, me vuelve loca estar a dieta). Pero no, no me las comí.
Esta mañana salió el sol y acalló la vocecita en mi cerebro pero me quedé pensando como hay comidas que están grabadas en nuestra memoria emocional y estomacal (jajajaja!) y que van atadas a situaciones, lugares y -como en este caso- condiciones climáticas.
Acá en Chile en los días muy fríos se comen sopaipillas y calzones rotos. Si, asi se llaman, no me equivoqué. Las dos cosas se hacen con un ingrediente medio raro para nosotros los mexicanos: calabaza anaranjada!! Y de verdad que son bien ricos, no se cómo explicar que son, pero tienen harina, son como panecitos pero no exactamente...es que hay que probarlas para entenderme!!
En México se comen conchas con chocolatito caliente...aaay muero del antojo!!! Las conchas son un pan dulce que se "chopea" en el chocolate caliente (chopear es meter la orillita del pan o la galleta en el liquido) y es deliciosooooo!
Eso de las conchas con chocolate me recuerda que cuando la gente sabe que soy mexicana siempre me preguntan qué es lo que mas extraño de México y yo contesto que la comida, algunos me miran extrañda y me dicen "y a tu familia no?" jajaja! claro que extraño a mi familia y sobre todo a mis sobrinos que no los estoy viendo crecer, pero la tecnología me permite estar tan lejos como un click o una llamada por teléfono, en cambio la comida...hay cosas que solo estando alla puedo comer!! Por ejemplo las conchitas, los tostitos con chamoy y queso, los rielitos! los raspados y en general todo lo que tiene tamarindo. Mejor ya no pienso en eso porque voy a llorar!!
Acá dejo unas fotitos para que se les antoje a ustedes también.

sábado, 7 de agosto de 2010

La suerte de la fea

Cuando era chica pasé algunos veranos en la casa de mi abuela materna en el campo. Ojo, no era esta cosa de hacienda y casa grande y cocinas humeando a toda hora y caballos que todo el mundo piensa que hay en México, sino un pueblito de no mas de 300 personas, con una plaza, una iglesia al medio y un par de calles con casitas a los lados.
La casa de mi abuela era chiquita y con piso de tierra, en el patio trasero en medio de una selva de plantas coexistian perros, gatos y una marrana (una chancha) en engorda que creo que al final murió de vieja porque le agarraron tanto cariño que nadie la quiso faenar.
En fin, que en en esa casa nos juntabamos con las primas y yo siempre antes de acostarnos, le preguntaba a mi abuela "porqué yo no tengo la piel morenita y los ojos verdes como las hijas de mi tío Víctor?" o "porque no tengo ojos azules y pelo rubio como las hijas de mi tía Norma?" Mi abuela se reía de mi y me decía siempre "la suerte de la fea, la bonita la desea" y yo no entendía qué significaba. Crecí sintiendome fea, o por lo menos ni la mitad de bonita que el resto de las primas; no heredé los ojos verdes o azules de mis abuelos, ni la piel color oliva de la abuela María, ni la nariz "de pellizco" ni el pelo rizado y rubio o negro azabache y liso. No, yo era la única con pelo castaño que se ponía verde con el cloro de la piscina en verano y que además nunca se sabe si está liso u ondulado, la nariz grande, los ojos cafés y la boca chica. No tenía la belleza exótica de unas ni la clásica de las otras...era un aburrido entre medio (o al menos así me sentía) pero la abuela me miraba con unos ojos dulces y me tomaba las manos entre las suyas bien arrugaditas y me repetía "la suerte de la fea, la bonita la desea".
Mas adelante, esta misma abuela me daría dos sabios consejos en mi adolescencia que me ayudarían a sobrellevar los sinsabores de esa edad y de los primeros años de mi juventud:
el primero, "lo que necesitas es una buena revolcada" (si, refieriendose a que me agarrara al primer incauto que pasara por ahi y le robara la honra). Ese me lo decía cuando andaba con los monos y nadie -ni yo misma- me aguantaba.
el segundo: "cuando una no es mona, tiene que aprender a hacer monerías" refieriendose a que si no era bonita, tenía que ser símpatica, culta, entretenida, tener una carrera, leer harto, saber conversar, cocinar, coser y cantar (y coger, pero esto último lo agregué yo).
Ahora que ando en esas edades en que las mujeres ya podemos mirar para atrás en "decadas", me doy cuenta de que la abuela tenía razón. Para empezar, me miro en el espejo y me gusta mucho lo que veo en mí misma. Aún con el pelo "silvestre" y los ojos cafés, soy bella, no es que no me lo hayan dicho antes familiares, amig@s, maridos, amantes, pero de un tiempo a acá me siento bella o me sé bella y lo mejor de todo es que además aprendí a hacer monerías y he tenido mucha suerte en la vida, qué mas puedo pedir?